La tormenta Alice provocó inundaciones severas en la costa noreste de España, especialmente en Cataluña, donde cayó el equivalente a dos meses de lluvia en apenas 48 horas.
El sur de Tarragona quedó cubierto de barro y escombros, mientras calles y caminos desaparecieron bajo el agua. Incontables vehículos fueron arrastrados o volcaron en la crecida. En Godall, el alcalde Alexis Lobato describió la situación como devastadora:
“El agua arrasó el pueblo y destruyó casas, nos sentimos indefensos”
En La Ràpita, la lluvia superó los 200 litros por metro cuadrado. La limpieza apenas comienza después del paso de esta tromba que en zonas hizo desaparecer la tierra firme. Los equipos de rescate intervinieron en unas 30 ocasiones para salvar a personas atrapadas, incluida la pareja Vicente y su acompañante, que estuvieron bloqueados en un coche durante más de tres horas.
“De repente, el agua nos llevó, estuvimos atrapados 3h30 hasta que llegaron los bomberos”
Las heridas suman 18 personas, una de ellas grave, y cerca de 1000 habitantes tuvieron que abandonar sus hogares para ponerse a salvo. Mientras el aviso rojo fue levantado hace pocas horas en Cataluña, nuevas alertas sonaron a 300 km al sur, cerca de Valencia.
Las autoridades mantienen la vigilancia, pero el daño ya es notable: carreteras destruidas, barrios anegados y una población aún en shock por la rapidez y fuerza del temporal. Las labores de limpieza y evaluación de daños avanzan bajo estado de emergencia.
