El presidente Gustavo Petro confirmó este miércoles que se ha iniciado un proceso de acercamientos con el Clan del Golfo, con Catar como mediador oficial. La noticia fue anunciada a través de su cuenta en la red social X, apenas dos meses después de reactivar negociaciones con esta estructura criminal que opera en varias regiones del país.
Petro subrayó que la intermediación de la nación árabe ha sido clave en el avance, un punto que destacó en su reciente visita a Bruselas, donde solicitó formalmente a Catar ser testigo directo de los avances. El mandatario aprovechó para lanzar una crítica al conflicto israelí-palestino en Gaza, enfatizando que en Colombia no se necesitan miles de muertos para lograr intercambios humanitarios.
“No sé necesita destruir una ciudad entera y matar 70.000 personas para hacer un intercambio humanitario”, dijo Petro, haciendo un llamado para retomar el diálogo con el ELN.
Este llamado es en respuesta a la reaparición pública del principal negociador del ELN, Pablo Beltrán, el pasado 9 de septiembre, quien pidió reactivar los diálogos suspendidos, bajo una propuesta que prioriza acuerdos parciales centrados en transformaciones territoriales y mayor inclusión de campesinos e indígenas.
Antes de la suspensión, el proceso con el ELN había conseguido un cese al fuego vigente de un año desde agosto 2023 hasta agosto 2024 y la firma de más de 28 acuerdos parciales, entre ellos la participación social en las negociaciones. Sin embargo, la dinámica se rompió tras incumplimientos reiterados y hechos violentos, como el secuestro del padre del futbolista Luis Díaz y el ataque a una base militar en Puerto Jordán, Arauca que dejó dos soldados muertos y 25 heridos.
También se han reportado paros armados en Chocó y denuncias de presuntos planes del ELN para asesinar a colaboradores del gobierno, como el caso del comisionado de paz Otty Patiño. A pesar de esto, un canal de comunicación reservado sigue abierto solo para temas humanitarios.
Durante meses, Petro y la cúpula guerrillera han intercambiado acusaciones públicas. El presidente ha señalado que el ELN eligió “el camino de Pablo Escobar”, refiriéndose al abandono de la lucha política para dedicarse al narcotráfico. Por su parte, la guerrilla culpa al Estado por los fracasos, acusándolo de incumplir acuerdos.
El mandatario no descartó trasladar las negociaciones a escenarios internacionales, mencionando al Vaticano como una posible futura sede.
Con este nuevo impulso con el Clan del Golfo y la insistencia por el diálogo con el ELN, el Gobierno de Petro busca retomar la senda de la paz en medio de la crisis humanitaria que enfrenta el país, con al menos 100 muertos y 60.000 desplazados en recientes meses.
