La ganadería en el noreste argentino sufre graves pérdidas por la garrapata, una plaga que sigue avanzando y dificulta la producción. Frente a esto, la familia Naredo de Curuzú Cuatiá, Corrientes, desarrolló un lavadero móvil para tratar el ganado sin la necesidad de instalaciones fijas costosas.
El método tradicional para eliminar la garrapata requiere baños de inmersión en piletones de concreto con garrapaticidas, una opción cara e inaccesible para muchos productores, especialmente quienes alquilan campos con contratos cortos.
Nicolás “Nicky” Naredo contó que la idea nació para evitar el traslado constante del ganado entre campos y la instalación fija que implica una gran inversión. Luego de un análisis riguroso con apoyo del INTA local, diseñaron “TurboFlit”, un baño portátil que puede trasladarse de un lote a otro.
“Lo más importante es hacer el análisis de resistencia previo a meter cualquier droga al campo. Eso es lo que todos los productores deberían hacer”, explicó Ignacio “Nacho” Naredo.
El dispositivo aspira a mejorar la eficacia y reducir la resistencia de las garrapatas al permitir rotar distintas drogas, algo imposible en los baños tradicionales que siempre usan la misma sustancia. El sistema emplea una cisterna de 1.000 litros para preparar mezclas que alcanzan entre 100 y 200 animales según la época y el pelo.
“Estuvimos más de dos años probando presión, volumen, número y dirección de los aspersores para cubrir zonas difíciles como orejas o cola”, agregó Nicolás. El diseño también se adapta a las necesidades del productor, con opciones con o sin chasis, motobomba y barandas.
En la región, la garrapata ya afecta a provincias como Entre Ríos, donde las pérdidas se calculan en casi 100 millones de dólares anuales. Ante este panorama, la familia Naredo busca ampliar la utilidad de su desarrollo y plantea adaptar el lavadero móvil para tratar sarna en Buenos Aires.
Esta innovación le ofrece a los ganaderos una solución práctica y económica para seguir luchando contra una plaga que mientras no se controle, amplía el impacto negativo en la ganadería nacional.
