En Burgohondo, Ávila, un bar motero ha encontrado una solución simple y efectiva para controlar la velocidad en su entrada.
El bar Islemm, conocido punto de encuentro para motoristas de Castilla y León, ha colocado a la puerta un maniquí vestido con un uniforme parecido al de la Guardia Civil. La figura, claramente visible desde la carretera, provoca que todos los conductores reduzcan la velocidad al instante, evitando posibles accidentes o excesos.
Este pequeño municipio, situado en un área muy transitada por motoristas que visitan la Sierra de Gredos, suele preocuparse por la seguridad en la vía. Con esta medida, el bar ha logrado mejorar el control del tráfico sin necesidad de presencia policial real o señalización excesiva.
El maniquí está solamente vestido con la indumentaria que imita a la Guardia Civil, sin pertenecer oficialmente a las fuerzas de seguridad, pero ha demostrado ser eficaz para que los vehículos frenen justo frente al local.
Fuentes locales aseguran que la iniciativa se ha convertido rápidamente en tema de conversación entre visitantes y vecinos, que resaltan la creatividad y la sencillez detrás del método.
No hay registros oficiales ni sanciones relacionadas con la instalación, y parece que la estrategia seguirá activa mientras cumpla su función.
