El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó hoy a la baja las perspectivas para la economía argentina y anticipa un crecimiento del 4,5% para este año, un punto menos que su pronóstico anterior. También recortó la proyección para 2026, esperando un aumento del PBI del 4%, cuando antes preveía 4,5%.
El informe presentado en Washington detalla que aunque Argentina seguirá siendo de las economías más dinámicas de América Latina, la expectativa inicial del 5,5% quedó descartada frente a indicadores más débiles. Esto ocurre tras un cierre negativo de 2024 con una contracción del 1,3%.
En paralelo, el FMI ajustó también al alza la inflación para 2025, ubicándola en un 41,3%, frente al 35,9% proyectado meses atrás. Esto marca una aceleración inflacionaria que complica el escenario macroeconómico local y supera ampliamente la meta oficial. Para 2026, la inflación prevista es del 16,4%, moderándose ligeramente pero aún alta.
Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI, minimizó esta mañana el impacto actual de los aranceles internacionales, aunque recordó que persisten incertidumbres. A nivel regional, América Latina mantendrá un crecimiento estable del 2,4% en 2025, con Brasil liderando con un 2,4% tras desacelerar desde el 3,4% de 2024.
En contraste, el gobierno argentino mantiene una visión más optimista en su proyecto de presupuesto 2026, que estima un crecimiento del 5% y una inflación del 10%, cifras distantes de las del organismo internacional.
A nivel global, el FMI mejoró sus expectativas, elevando el crecimiento mundial a 3,2%, desde el 3% anterior, con Estados Unidos ajustando sus pronósticos a 2% y 2,1% para 2025 y 2026 respectivamente.
La revisión del FMI evidencia un escenario desafiante para Argentina, con un crecimiento que desacelera y una inflación que se acelera, complicando las metas económicas oficiales y ampliando el margen de incertidumbre para los próximos años.
