Gérald Darmanin, ministro del Interior y Guardián de los Sellos, anunció este martes por la noche en LCI su salida del partido presidencial Renaissance. La decisión llega días después de que Gabriel Attal, secretario general del partido, criticara públicamente las decisiones del presidente Emmanuel Macron.
Darmanin, que fue confirmado en el nuevo gobierno encabezado por Sébastien Lecornu, explicó que su ruptura con Renaissance se debe a su rechazo a los juegos partidistas que, según él, han fallado a la nación. “Yo ya no adhiero a un partido político. Los partidos han fallado en priorizar el interés general por encima de los intereses particulares”, declaró.
El ministro aseguró que ha dejado de lado sus “ambiciones personales” para 2027, acatando la condición impuesta por el primer ministro Lecornu para integrar el Ejecutivo: no aspirar a la presidencia en las próximas elecciones. Darmanin incluso suspendió las actividades de su propio partido, Populaires, fundado este año.
La tensión al interior del espacio presidencial se disparó cuando Attal declaró en TF1 que “ya no entendía” las decisiones de Macron. Para Darmanin, esas críticas públicas son inaceptables y sólo fortalecen a los extremos políticos.
“No aprecio que siendo el partido del presidente, se critique públicamente al jefe de Estado”,
dijo tajante.
En una carta filtrada a la prensa, Darmanin pidió a Attal detener las “aventuras individuales” que, asegura, podrían eliminar al partido ya en primera vuelta de las presidenciales. Alertó que sin unidad “el riesgo es inmenso” y el duelo final podría quedar sólo entre el extremo izquierdo y el extremo derecho, citando a Jean-Luc Mélenchon y Marine Le Pen o Jordan Bardella.
También se refirió a Édouard Philippe, quien pidió una elección presidencial anticipada. Sin criticarlo directamente, Darmanin sostuvo que eligió apoyar al presidente actual y su gobierno para evitar la fractura política.
El ministro pidió humildad y unidad para preparar la elección de 2027: “Habrá que presentar un solo candidato con un proyecto común, dejando los egos personales de lado.” La advertencia es clara: si las disputas continúan, el espacio político moderado corre riesgo de desaparecer.
Con la mayoría presidencial bajo presión y un 2027 cada vez más incierto, la salida de Darmanin de Renaissance refleja la agitación interna que amenaza con fragmentar aún más el poder de Macron.
