El exministro de Transportes José Luis Ábalos se presentó este lunes a las 09:14 horas en el Tribunal Supremo para declarar por el llamado ‘caso Koldo’, que investiga presuntas comisiones ilegales vinculadas a obra pública.
Lo más llamativo es que Ábalos acudió sin su abogado, José Aníbal Álvarez, con quien rompió por “diferencias irreconciliables”. Según informó al Supremo, estas tensiones no son nuevas sino constantes, lo que le llevó a preparar su declaración sin asistencia legal.
En un intento de última hora, el exministro pidió un abogado de oficio, pero el instructor, Leopoldo Puente, rechazó la petición y calificó la maniobra de “fraude de ley” orientado a evitar declarar.
Este miércoles podría ser clave: las acusaciones populares, dirigidas legalmente por el PP, están valorando solicitar prisión provisional para Ábalos. Ya lo intentaron en la última vista, pero la Fiscalía Anticorrupción se opuso y el juez lo rechazó.
Solo otro ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, permanece en prisión provisional desde el 30 de junio por su supuesta figura central en esta trama de amaño.
En las tres comparecencias previas, Ábalos ha negado cualquier delito. Esta vez, según fuentes, su ruptura con el abogado podría estar relacionada con su deseo de guardar silencio, mientras que el abogado quería mantener la misma defensa que antes.
Fuentes del proceso aseguran que lo crucial no es si Ábalos habla o no, sino la credibilidad de sus explicaciones sobre los ingresos irregulares detectados por la UCO de la Guardia Civil.
La tensión sube con la próxima declaración y la amenaza real de prisión para uno de los pesos pesados del PSOE caídos en esta investigación por corrupción.
