Elisa Carrió explotó contra el acuerdo político y económico entre Donald Trump y Javier Milei, calificándolo como un “negocio” de Washington y parte de una intervención geoestratégica en América del Sur.
La líder de la Coalición Cívica afirmó que el acercamiento busca reforzar la presencia y la influencia estadounidense en la región, con la mira puesta en recursos estratégicos como tierras raras y polos energéticos claves para la inteligencia artificial.
Carrió señaló que Trump busca reforzar su imagen como “campeón mundial del poder”, usando América Latina como escenario de sus intereses personales y comerciales, sin considerar otras prioridades como la lucha contra el terrorismo o el narcotráfico.
La crítica fue clara sobre la política estadounidense en Venezuela, donde Carrió aseguró que el interés real es el petróleo y no la crisis política.
En cuanto a Brasil, la dirigente advirtió que es un desafío para Estados Unidos en la región por su rol en los BRICS y sus relaciones con China y Rusia, por lo que Washington intenta contrapesar esa influencia poniendo fichas en países como Argentina.
Tampoco tuvo piedad con Milei, a quien definió como una “experiencia pasajera y egoísta”, reflejo de una sociedad dividida. Lo acusó además de cruel y perverso por su conducta y vinculó esa actitud a una historia familiar marcada por la crueldad.
Finalmente, Carrió lanzó críticas al equipo económico del Gobierno argentino, apuntando contra el ministro Luis Caputo y destacando al diputado Guillermo Francos como el único sostén en un Ejecutivo débil y sin rumbo.
El análisis de Carrió pone en evidencia la preocupación sobre la creciente influencia de Washington en la región y las tensiones que genera el acuerdo político entre Trump y Milei, un vínculo con claros objetivos comerciales y geopolíticos.
