El Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) arrancó con fuerza para las nuevas generaciones del cine mexicano. Diez cortometrajes creados por alumnos del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) compiten mostrando una variedad de géneros que van desde el drama hasta el terror, pasando por la comedia y el suspenso.
Entre los trabajos destacados está Casa chica, de Lau Charles, ganadora en el Festival Internacional de Cine Guanajuato y exhibida en el Berlinale Shorts de Berlín. Cuenta la historia de un padre recién separado, interpretado por el actor Raúl Briones —cuatro veces ganador del Ariel—, quien lleva a sus hijos a conocer a su nueva novia, revelando una hija que desconocía.
El director Gerardo del Razo, con Domingo familiar, presenta un intenso drama filmado en un solo plano secuencia. La historia ocurre en una unidad habitacional amenazada por criminales que extorsionan a vecinos y comerciantes hasta que estos deciden actuar.
En comedia, La infalible (y otros éxitos) de Daniel Carrera trae la historia de un profesor enamorado que intenta conquistar a la nueva maestra con la ayuda de un maestro de música gruñón. Actúan Armando Espitia y José Sefami, quienes encarnan una inesperada amistad.
Amare, dirigido por Balam Toscano, explora el reencuentro y las heridas entre dos hermanas afrodescendientes después de años separadas, mientras que Año de casados, de Pablo Camargo, presenta una original historia de horror sobre el matrimonio, vista ya en festivales de cine fantástico en Corea del Sur y Estados Unidos.
5 pasos (Para una despedida) de Julio Rubio narra el conflicto de un adolescente que enfrenta una difícil mudanza y la despedida de su primer amor con la ayuda de un manual de cinco pasos que no parecen funcionar esta vez.
En un retrato sombrío del crimen organizado en Iztapalapa, Era más grande la tierra, de Carlos Pineda, sigue el viaje doloroso de un joven marcado por la violencia y el arrepentimiento.
Persona a Persona, bajo la dirección de Ricardo Schott, examina la desconexión entre la identidad y la vida cotidiana cuando un hombre revive un viejo encuentro con un amigo que ya no es lo que parecía.
Gasolina, de Víctor Duarte, lleva al espectador a un caluroso domingo en Salamanca, Guanajuato, donde un trabajador y su esposa afrontan una crisis al quedarse sin gasolina en medio de una zona afectada por la violencia y el cierre de gasolineras.
Finalmente, Malos tiempos, dirigido por Carina Mira, muestra a una joven aspirante a escritora en busca de inspiración mientras navega relaciones complicadas en la ciudad, reflejando la crisis de una generación atrapada entre el querer y el poder actuar.
Los diez cortometrajes estarán disponibles para el público durante todo el Festival, que comenzó el 9 y concluye el 19 de octubre, consolidando al CCC como semillero clave del cine mexicano contemporáneo.
