Klarna, el gigante del Buy Now Pay Later (BNPL), ha dado un paso clave en el mercado británico al lanzar su primera tarjeta Visa física que funciona como débito y puede convertirse en crédito.
Hasta ahora, Klarna operaba exclusivamente a través de su aplicación para financiar compras online, pero este movimiento amplía su estrategia, permitiendo a millones de usuarios del Reino Unido usar la nueva tarjeta en tiendas físicas y en internet con total flexibilidad.
La tarjeta flexible de Klarna viene con un sistema que permite a los usuarios decidir si pagan de inmediato con fondos disponibles o si prefieren usar la opción crédito, facilitando así la gestión de sus gastos sin depender solo del modelo tradicional de pagar más tarde. Esta novedad representa un salto importante para la empresa que busca competir de forma directa con los bancos y otras entidades financieras.
Este producto promete atraer especialmente a consumidores que quieren mantener el control de su presupuesto pero valoran la opción de aplazar pagos sin intereses, un concepto ya muy popular en el Reino Unido y que Klarna domina con su app.
Fuentes en Klarna señalan que este lanzamiento responde a la creciente demanda de métodos de pago más integrados y flexibles en un mercado ya maduro para el BNPL, pero todavía con espacio para innovaciones que unan tarjetas físicas y digitales.
La tarjeta se empezará a distribuir esta semana a millones de clientes registrados en Reino Unido. Klarna no ha detallado por ahora tarifas o límites específicos, pero se espera que mantenga condiciones competitivas frente a bancos tradicionales.
El movimiento llega en un momento donde el mercado financiero británico está bajo presión por la inflación y el aumento del coste de la vida, lo que impulsa a los usuarios a buscar opciones que les permitan estirar sus pagos sin caer en intereses altos o deudas complicadas.
Con esta tarjeta, Klarna se posiciona para ampliar su base de usuarios y consolidar su rol más allá del BNPL puro, entrando en la arena de los pagos cotidianos donde las tarjetas físicas siguen siendo predominantes.
