El general Abdourahamane Tiani, líder de la junta en Niger, enfrenta graves dificultades para controlar la creciente influencia de los grupos yihadistas en la estratégica región de Tillabéri, que limita con Mali y Burkina Faso.
Desde que tomó el poder el 1 de agosto de 2023 tras derrocar al presidente Mohamed Bazoum, Tiani ha reforzado el control militar interno reemplazando a gobernadores civiles por oficiales de su confianza. Sin embargo, esto no ha frenado la expansión de los insurgentes en el suroeste del país.
Para revertir esta situación, Tiani ha recurrido a la Alianza de Estados del Sahel (AES), un bloque regional formado para coordinar respuestas frente a la amenaza yihadista. En particular, ha pedido ayuda explícita a sus aliados clave: el maliense Assimi Goïta y el burkinabé Ibrahim Traoré.
Estos líderes participaron con Tiani en la primera cumbre ordinaria de la AES celebrada en Niamey el 6 de julio de 2024, un foro que busca fortalecer la alianza militar regional.
La situación en Tillabéri es crítica. La región ha sido escenario de ataques constantes y desplazamientos masivos. Para Niger, controlar esta zona es vital tanto para su seguridad como para impedir que el conflicto se extienda hacia la capital.
El llamado de Tiani a Goïta y Traoré refleja la creciente dependencia de Niger en el respaldo militar externo para combatir una insurgencia que supera las capacidades de su ejército nacional.
Hasta ahora, la AES ha lanzado operaciones conjuntas, pero no ha logrado revertir la expansión yihadista en esta parte del Sahel. La colaboración entre estas fuerzas sigue siendo clave para el futuro inmediato de la zona.
El avance de los grupos armados en Tillabéri también preocupa a Francia y a los países europeos, aliados históricos en la lucha antiterrorista, aunque su presencia se ha reducido en los últimos años.
Por ahora, el general Tiani mantiene la presión sobre sus socios regionales mientras intenta consolidar su poder interno y frenar la desestabilización en uno de los puntos más calientes del Sahel.
