Un gerente de una clínica de fisioterapia en Bilbao denunció a una empleada que repetidamente se cogía la baja médica en mayo. Sospechaba que usaba sus bajas para viajes personales y no por su lesión de menisco, que estaba diagnosticada.
El gerente contactó con la agencia DRC Detectives, liderada por David Rodrigo, quien inició la investigación. La empleada solicitaba bajas entre dos y tres veces al año desde hace tres años, pero todas coincidían con fechas cercanas al cumpleaños de su marido.
Cuando llegó mayo, la fisioterapeuta volvió a pedir la baja. Durante los primeros días, su movimiento parecía limitado, pero el sábado por la mañana salió con su esposo e hijos, con maletas, y tomaron un taxi rumbo al aeropuerto de Bilbao.
Los detectives siguieron a la familia hasta Sevilla, ciudad natal del esposo, donde se alojaron en un piso turístico. Ese mismo fin de semana, el marido subió a Instagram una foto familiar soplando la torta de cumpleaños.
Durante la vigilancia se constató que la mujer no mostraba signos de incapacidad. Se movía con normalidad, cargaba a sus hijos y condujo un carro alquilado hasta Sanlúcar de Barrameda, donde pasaron el día en la playa, jugando al fútbol y haciendo actividades que contradicen el diagnóstico de lesión.
El informe de los detectives, que incluye pruebas digitales y testimonios, fue presentado a la clínica, que procedió al despido justificado de la empleada.
David Rodrigo explicó en su podcast Operativo Criminal que el caso refleja cómo algunos empleados intentan usar bajas médicas para obtener días extras de descanso, perjuicio para la empresa y engaño al sistema.
