Sébastien Lecornu evitó esta jueves la censura en la Asamblea Nacional por solo unos votos. Sin el respaldo ni del Partido Socialista ni de Los Republicanos, la oposición no logró la mayoría necesaria para derribar al ministro.
Mientras la izquierda apunta al PS por su falta de firmeza, en la derecha el enfrentamiento interno se agudiza. Marine Le Pen, desde la tribuna, señaló directamente a Los Republicanos, acusándolos de romper su promesa de no diluirse en el macronismo.
“Después de meses de campaña negándose a disolverse en el macronismo, Monsieur Wauquiez finalmente aclaró su posición: prefiere disolverse en el socialismo. Sus electores lo verán”, lanzó Le Pen con dureza.
La ausencia de diputados republicanos en la sala fue clave para que la moción de censura no prosperara y evidenció la fractura creciente en LR. Desde el Rassemblement National denuncian “una mayoría de comercio de votos, un pacto de cobardía”.
Por su parte, Éric Ciotti, líder del movimiento de la Unión de las Derechas, aprovechó la grieta para reclamar un giro y llamó a sus “amigos republicanos” a que no sucumban al miedo ni a las amenazas y se unan a la censura:
“No escuchen su miedo, no cedan a las amenazas. Las amenazas y el miedo no les servirán, pero la unión sí. Tomen el camino valiente de la Unión, como hice el año pasado. ¡Censuren!”
Ciotti fue más allá y propuso un encuentro con Bruno Retailleau para sentar las bases de un “cambio de alianzas a la derecha con el Rassemblement National”.
El RN busca capitalizar la división en LR para ampliar sus filas y atraer a parte del electorado conservador. El escenario se vuelve tenso a pocas semanas de una posible disolución de la Asamblea, con las fuerzas de derecha fragmentadas y en debate abierto sobre su estrategia frente al gobierno de Emmanuel Macron.
Por ahora, Lecornu sigue firme en el cargo pero la batalla política interna en la derecha acaba de encenderse con fuerza.
