Una protesta convocada por el Congreso de los Pueblos terminó esta tarde con varios policías heridos y agresiones con flechas cerca a la embajada de Estados Unidos en el norte de Bogotá.
Según confirmó el alcalde de Bogotá Carlos Fernando Galán, cuatro agentes de la Policía Nacional resultaron lesionados tras enfrentamientos con manifestantes. El presidente Gustavo Petro confirmó en su cuenta de X que un grupo “más radical” del Congreso había atacado a los policías encargados de la seguridad en la embajada, por lo que ordenó reforzar la vigilancia en la zona.
Imágenes en redes sociales mostraron a manifestantes lanzando bengalas, flechas y otros objetos contra los uniformados. Funcionarios de la Secretaría de Seguridad de Bogotá auxiliaron a ciudadanos atrapados en medio de los disturbios, evacuaron la zona y coordinaron la atención médica a los heridos.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, calificó el incidente como “intento de homicidio” y dejó claro que el Estado no tolerará ataques contra la fuerza pública. A través de su cuenta en X, Sánchez advirtió que los responsables responderán ante las autoridades.
La Defensoría del Pueblo, en un comunicado difundido en X, recordó que “la protesta social es un derecho fundamental reconocido por la Constitución”, pero insistió en que estas deben realizarse sin violencia y respetando la integridad de todas las personas. El organismo expresó solidaridad con los policías heridos y condenó cualquier forma de agresión.
El Congreso de los Pueblos, sin embargo, negó que su manifestación haya sido violenta y atribuyó el inicio de los enfrentamientos a la acción de agentes antidisturbios. Añadieron que las comunidades indígenas que acompañaban la movilización portaban sus arcos y flechas como mecanismos ancestrales de defensa, sin intención de agredir.
Las autoridades anunciaron que la Fiscalía General de la Nación ya adelanta investigaciones para establecer responsabilidades. El llamado de los líderes locales es a que las manifestaciones continúen, pero sin atacar a la fuerza pública ni afectar la seguridad de los ciudadanos.
Esta situación abre un nuevo capítulo de tensión en medio de las protestas sociales que lidera el Congreso de los Pueblos en Bogotá, cuyo incremento en los últimos días ha alarmado a las autoridades por la escalada de violencia.
