El presidente Gustavo Petro denunció este miércoles que Estados Unidos descertificó a Colombia en la lucha antidrogas basándose en un informe “mentiroso” de una comisión investigadora.
Durante una alocución televisada sobre seguridad y cultivos ilícitos, Petro explicó que el informe que utiliza la ONU para medir el crecimiento de los cultivos de hoja de coca en el país contiene errores metodológicos graves que no fueron corregidos a tiempo.
Con mapas satelitales, el mandatario mostró las zonas de concentración de cultivos ilícitos en los departamentos de Nariño, Cauca, Chocó, Putumayo y la región del Catatumbo. Resaltó especialmente los cultivos abandonados, que representan cerca de la mitad de los sembrados, y que no fueron tenidos en cuenta adecuadamente en la medición.
“La suma total les dio un potencial de producción de cocaína mucho mayor porque aplicaron la productividad de las zonas activas a todo el territorio, sin descontar los cultivos abandonados”, dijo Petro.
El presidente señaló que, a pesar de esto, Colombia es el país que más incauta drogas en el mundo en volumen y relativa a la expansión de la planta, un récord sin precedentes que no fue valorado por Estados Unidos.
“Nos descertificaron en el gobierno de Trump con base en una mentira, en una trampa que tiene un propósito que no es la política antidrogas”, aseguró el jefe de Estado.
Petro afirmó que la excusa oficial para la descertificación era que Colombia supuestamente había aumentado la producción de cocaína, pero en realidad el fenómeno que afecta a EE.UU. es la entrada masiva de fentanilo, no de cocaína.
El presidente invitó a revisar con cuidado la metodología usada y criticó que Estados Unidos haya seleccionado estos datos para justificar la medida, confirmando una interpretación sesgada que, a su juicio, responde a otros intereses más allá de la lucha antidrogas.
La denuncia llega en un momento clave para la política antidrogas bilateral, con Colombia intentando relanzar su estrategia tras años de confrontación con Washington. Petro insistió en que se necesita evaluar objetivamente la información y no dejarse llevar por cifras “mal construidas”.
Por ahora, la controversia sobre la certificación antidrogas vuelve a poner en el centro el complejo debate sobre la política de drogas en Colombia y la relación con Estados Unidos.
