Este 18 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, fecha que llama a la acción inmediata frente al deterioro ambiental. Desde 1972, cuando Juan Domingo Perón alertó ante la ONU sobre la responsabilidad humana en la crisis ambiental, el tema no ha perdido urgencia.
La deforestación masiva, la contaminación creciente y la pérdida acelerada de biodiversidad son problemas globales que también golpean a Colombia. Millones de hectáreas de bosques siguen desapareciendo, poniendo en riesgo ecosistemas enteros y especies claves. Además, el cambio climático amplifica estas amenazas, afectando ya a comunidades vulnerables.
El llamado hoy es claro: enfrentar la crisis ambiental con educación, desarrollo sostenible y sobre todo, con acción colectiva. La protección del medio ambiente comienza con pasos concretos como reducir residuos, ahorrar agua y energía, reforestar y apoyar iniciativas verdes tanto locales como nacionales.
En Colombia, estas acciones cobran relevancia más allá del discurso. El país reporta uno de los índices más críticos en pérdida de bosques en la región y ya sienten las consecuencias en tierras agrícolas y reservas naturales.
Expertos y autoridades ambientales reiteran que este 18 de octubre no es solo un día para recordar, sino un punto para revertir daños. La vida presente y futura depende de que estas alertas no queden en palabras, sino que impulsen cambios reales desde hogares, comunidades y políticas públicas.
La presión internacional pone el foco en la responsabilidad de todos, también de Colombia, para detener y mitigar esta crisis. La urgencia impone un cambio de actitud: el planeta no espera y tampoco quienes dependen de él.
