Bolivia cierra este domingo un ciclo político de 20 años con la elección inédita de dos candidatos de derecha en segunda vuelta. Tras dos décadas de gobiernos de izquierda marcados por crecimiento inicial y luego crisis económica, el país decide si opta por una derecha tradicional o una transición gradual.
Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano, quedó primero en la primera vuelta con el 32,6% de los votos. Su principal rival es el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, de Alianza Libre, con el 26,7%. Quiroga lleva el respaldo de Evo Morales y apela al voto tradicional, mientras Paz apuesta por la continuidad suave con un programa más moderado.
Una encuesta reciente de Ipsos Ciesmori da una ventaja a Quiroga con 44,9% frente al 36,5% de Paz, pero la incertidumbre es alta: en agosto nadie previó el sorpresivo primer puesto de Paz. El 9,3% de electores sigue indeciso, y un 9,3% prevé anular o dejar en blanco su voto.
Paz Pereira, de 58 años, combina su perfil político –exalcalde y legislador– con un fuerte acompañamiento del excapitán policial Edman Lara, activo en redes y conocido por denunciar corrupción policial. Lara incluso amenazó con detener a Paz si traiciona al pueblo, un apoyo viral en un electorado cansado de escándalos.
Por su parte, Quiroga, de 65 años y formado en Estados Unidos, promete aplicar un plan duro con recortes de beneficios, cierre de empresas estatales y aumento de combustibles para salvar la economía que atraviesa su primera recesión en 40 años.
“El dolor ya está, ir al mercado con inflación y hacer cola días para diesel es cruelza, hay que aplicar el tratamiento ya”, declaró Quiroga antes del balotaje.
El país también vive una división en la geografía electoral. El voto rural favorece claramente a Paz Pereira, atado a mantener bonos y beneficios sociales, mientras que en ciudades grandes como Santa Cruz y El Alto el electorado urbano está más dividido, con inclinación hacia Quiroga en algunos sectores.
Historias como la de Ruddy Guarachi, un joven que estudia en El Alto pero apoya a Paz por los avances sociales en su pueblo rural, contrastan con empresarios como Medul Abdoub en Santa Cruz, que respaldan a Quiroga buscando una apertura económica y fin de las restricciones de divisas.
El 70% de la población vive en ciudades, un dato que puede definir el resultado final en esta nueva etapa. Para expertos como Carlos Cordero, esta elección marca el cierre del ciclo Evo Morales y la oportunidad de “abrir un nuevo capítulo con la derecha”.
“Este es el fin de una democracia autoritaria y corrupción reiterada”, dijo el analista, que ve difícil una victoria arrasadora aunque da ventaja a Quiroga.
Los bolivianos votan este domingo para definir el rumbo económico y político tras años de crisis, escasez de combustibles y elevada inflación. El país espera el resultado que marque el fin de un ciclo y el inicio de una nueva etapa.
