El presidente de Colombia, Gustavo Petro, respondió esta semana a las fuertes declaraciones de su homólogo estadounidense, Donald Trump, quien lo calificó como “un líder del narcotráfico ilegal que promueve la producción masiva de drogas”.
En un mensaje claro y directo en Twitter, Petro aseguró que Trump está “engañado de sus logias y asesores”, y lo retó a distinguir “en qué parte están los narcos y en qué parte están los demócratas”.
“Trump está engañado de sus logias y asesores. El principal enemigo que tuvo el narcotráfico en Colombia, fue en el siglo XXI, el que le descubrió sus relaciones con el poder político de Colombia. Ese fui yo.” — Gustavo Petro
Las acusaciones de Trump, emitidas en días recientes, alinean a Petro con actores del narcotráfico, una afirmación que el mandatario colombiano desestimó con una postura desafiante y un llamado a un análisis más preciso de la situación política interna en Colombia.
Este cruce ocurre en un contexto tenso de relaciones bilaterales, donde el enfoque en lucha antidrogas y seguridad regional sigue siendo un punto clave entre ambos países. Hasta ahora, en México, el tema genera atención por la influencia que podrían tener estos señalamientos en la dinámica hemisférica contra los cárteles de droga.
No hay indicios de nuevas sanciones ni cambios oficiales en la política estadounidense contra Colombia, pero el intercambio verbal entre ambos líderes refleja las tensiones que persisten en torno al narcotráfico y la política regional.
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