El Balonmano Nava no levanta cabeza y prolonga su mala racha con una nueva derrota en casa. En el pabellón Guerreros Naveros, el conjunto dirigido por Álvaro Senovilla cayó por 24-30 ante un Puente Genil superior, que dominó el partido de principio a fin y encadenó la segunda victoria consecutiva.
Con solo 2 puntos de 12 posibles, el equipo navero se complica la temporada y empieza a mostrar síntomas claros de bloqueo. La defensa volvió a fallar y los ataques apostaron por imprecisiones en momentos clave. Ni el calor de su afición, que llenó las gradas, pudo cambiar el rumbo.
El partido arrancó igualado con intervenciones destacadas de los porteros Patotski (Nava) y Álvaro de Hita (Puente Genil), pero poco a poco los visitantes impusieron su ritmo y se distanciaron hasta un 6-11, incluso tras la expulsión directa de Tiago Sousa por parte del Nava.
Patotski mantuvo vivo al Nava con paradas clave hasta el descanso, donde los cordobeses ya mandaban 11-15. Pero la segunda mitad fue para Puente Genil, que aprovechó la exclusión de Pablo Herranz para volar hasta el +7.
Nava intenta reaccionar pero no basta
Un arreón del navero Lufuanitu y los cambios en portería con Mateus Buda impulsaron una tímida remontada, situándolos a tres goles a 10 minutos del final. Sin embargo, Puente Genil administró bien la ventaja. Con ataques largos y control del reloj, los visitantes abortaron la esperanza local hasta el pitido final.
El veterano técnico Paco Bustos consiguió que su equipo ampliara distancias cuando más apretaba Nava. Leandro Ramos fue constante amenaza ofensiva para hundir aún más a los Guerreros Naveros.
Al final, un marcador claro: 24-30 que certifica la crisis profunda del BM Nava con cuatro derrotas consecutivas sin reacción clara. Sin mejoras defensivas ni ofensivas, a Nava le espera un camino complicado para encontrar estabilidad esta temporada.
