El partido entre Gimnasia y Esgrima de Jujuy y Deportivo Madryn, ida de los cuartos de final del Reducido de la Primera Nacional, terminó suspendido en medio de un escándalo que aún no tiene resolución.
Con un 1-0 a favor del local, el árbitro Lucas Comesaña decidió cancelar el encuentro durante el entretiempo. El motivo: denunció haber recibido amenazas dentro del vestuario, tanto él como su equipo arbitral, supuestamente por parte de dirigentes de Gimnasia.
El clima había empezado tenso con un penal claro para la visita no sancionado y una expulsión infantil de Matías Noble, que dejó a Gimnasia con diez jugadores. Deportivo Madryn dominó la primera parte, pero Gimnasia logró el gol antes del descanso con una espectacular definición de Quintana. Sin embargo, la polémica iría mucho más allá del juego.
Durante más de 40 minutos en el entretiempo se vivió una escena caótica en los pasillos del estadio 23 de Agosto con jugadores, dirigentes y personal de seguridad discutiendo con la terna arbitral. En medio de la tensión, el presidente de Madryn, Ricardo Sastre, confirmó ante cámaras que suspendían el partido por “amenazas de muerte” recibidas por los árbitros y manifestó que ellos regresarían al sur sin intención de reprogramar.
“Sufrimos dentro del vestuario amenazas de dirigentes del equipo local. Están todos identificados”, dijo Comesaña y adelantó que presentará un informe a la AFA.
Desde Gimnasia, su presidente Walter Morales calificó la suspensión como una medida extrema, aseguró que el club garantiza la seguridad y adelantó que harán las presentaciones necesarias para proteger los derechos del equipo.
Por su parte, el arquero local Milton Álvarez definió la situación como “una vergüenza” y negó que hubiera incidentes en el campo o en las tribunas que justificaran la suspensión.
La incertidumbre ahora pasa al Tribunal de Disciplina de la AFA, que deberá decidir si el partido se reprograma, se da por terminado o si se aplican sanciones. Mientras tanto, el sueño de Gimnasia de ascender queda detenido en espera de una resolución que todavía no tiene fecha ni claridad.
A las 19:30 Comesaña y su equipo abandonaron el estadio sin incidentes, y el público se retiró en calma, pero el clima en Jujuy sigue caliente por este escándalo que opacó la jornada de fútbol.
