Más de 8.000 empleos directos en el sector textil podrían perderse tras decisión del Gobierno Nacional de eliminar los aranceles a la importación de hilos, alertaron las centrales obreras colombianas esta semana.
La Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) denunciaron públicamente que el decreto presidencial no mejora la competitividad sino que amenaza la industria nacional. Según los sindicatos, la medida pone en riesgo especialmente a las mujeres cabeza de familia que dependen de estos empleos.
Las centrales apuntan a que esta decisión favorecerá la importación de productos chinos sin estándares laborales mínimos y que no combate las verdaderas causas de la crisis del sector, como el contrabando técnico, la subfacturación y la evasión tributaria en plataformas digitales extranjeras como Shein y Temu.
Además, los trabajadores advirtieron que los altos costos logísticos, energéticos y de transporte son problemas que el Gobierno debería abordar, en lugar de eliminar aranceles que protegen la cadena productiva nacional.
“El decreto es una sentencia de muerte para la industria textil colombiana y destruye empleo formal que sustenta a miles de familias,” aseguró un vocero de las centrales obreras.
Los sindicatos hacen un llamado urgente al Presidente y a los Ministerios de Trabajo, Agricultura y Hacienda para frenar la expedición del decreto y convocar una evaluación técnica, económica y social de los impactos antes de su aprobación.
Esta denuncia pone una nueva presión sobre el Gobierno en medio de la delicada situación que vive uno de los sectores tradicionales de la industria manufacturera nacional. El futuro del sector textil está ahora marcado por la confrontación entre políticas de apertura económica y la defensa del empleo local.
