Vecinos de Narborough y Littlethorpe, en Leicestershire, están alarmados por un fuerte olor a excremento quemado que afecta la zona desde finales de septiembre.
Una pareja de 69 y 72 años que lleva más de 30 años viviendo en la zona Pastures de Narborough contó a LeicestershireLive que el olor es diferente al típico de campo y que se ha vuelto insoportable, especialmente por las tardes. El hombre detalló que el olor comenzó a notarse el 8 de octubre y desde entonces han tenido que mantener las ventanas cerradas para evitar el mal olor.
“Esto no es olor de campo”, afirmó la mujer, que también está preocupada porque el problema está agravando su asma.
La pareja reportó sus molestias al Blaby District Council (BDC), que les pidió llevar un registro diario del olor para identificar patrones y su posible origen. El diario recoge entradas aterradoras como la del 10 de octubre, cuando describen el olor como “putrefacto y quemado”. También mencionan haber visto polvo y partículas en el aire, aparentemente provenientes del área de Huncote.
Desde el consejo local confirmaron haber recibido dos informes oficiales sobre olores desconocidos: uno en Littlethorpe el 30 de septiembre y otro en Narborough el 3 de octubre, este último con reportes de polvo en suspensión.
BDC asegura que “no hay evidencia de que los olores supongan riesgo para la salud” y que no ha recibido denuncias sobre afectaciones respiratorias más allá del caso privado del vecino con asma. Sin embargo, tras investigar, el consejo vinculó el episodio de Littlethorpe a un incendio accidental de estiércol en una granja cercana, que logró cerrar el caso en tres días.
Por otro lado, la situación en Narborough sigue sin encontrar una causa clara. El BDC está pidiendo a los afectados que continúen enviando diarios para cruzar datos sobre la frecuencia y dirección del viento, buscando pistas que expliquen el origen del olor.
El consejo añade que se piden registros durante aproximadamente una semana, según la intensidad del problema, para poder avanzar en la investigación. Si no consiguen pruebas suficientes, el caso podría cerrarse sin solución oficial.
Mientras tanto, los vecinos están frustrados por la falta de respuestas y la permanencia del olor que afecta su calidad de vida y la salud de algunos, en un área que no esperaban enfrentar este tipo de problemas.
