Donald Trump vuelve a encender alarmas en Washington por su estilo de liderazgo imprevisible y fanfarrón que recuerda a la leyenda del joven piloto Faetón, cuya arrogancia causó un desastre.
El expresidente y líder republicano exhibe una conducta que mezcla un exceso de confianza con decisiones arriesgadas, lo que divide al Partido Republicano. Sus defensores lo apoyan sin fisuras, ya sea por convicción o por miedo a represalias internas, mientras el resto mira con preocupación cómo su gestión avanza al borde del abismo.
Según fuentes cercanas, Trump basa sus promesas en un fortalecimiento económico inmediato: incremento de ingresos, inflación eliminada y recuperación del empleo. La realidad muestra otra cosa. El “carro solar” que conduce la economía estadounidense no solo va desbocado sino que, tras sus órbitas erráticas, ha provocado más incertidumbre que certidumbre.
Con un discurso que desdeña evidencias científicas, Trump rechaza el cambio climático calificándolo de “la mayor estafa jamás perpetrada”. Su política arancelaria y enfrentamientos internacionales, especialmente junto a su aliado mediático Vladímir Putin, tensionan el panorama global y complican la recuperación económica postpandemia.
El paralelismo con Faetón —figura mitológica que perdió el control del carro solar y se precipitó al desastre— no es casual. Así como Faetón provocó incendios y sequías en su arrogancia, el liderazgo de Trump genera riesgos cuya magnitud aún no es plenamente asumida dentro ni fuera de EEUU.
Expertos consultados en círculos económicos y políticos advierten que solo un “rayo” externo, como podría ser una reacción tajante de Wall Street o una dura respuesta legislativa, podría frenar esta carrera hacia el colapso. Por ahora, la única certeza es la polarización extrema y el impacto incierto en la estabilidad internacional, política y económica.
El Partido Republicano se juega su futuro a sostener un liderazgo bajo fuertes críticas internas y externas. De la decisión de sus dirigentes dependerá si la “gran y hermosa” reforma fiscal y las medidas de Trump terminan por reforzar Estados Unidos o por acelerar una crisis mayor.
Los próximos meses serán decisivos para ver si el “carro solar” recupera el control o acaba estrellándose, con consecuencias que podrían repercutir en la economía global y la política internacional.
