El piloto sueco Emil Johansson, uno de los referentes del slopestyle, sufrió una violenta caída el domingo durante las finales del Red Bull Rampage en Utah, Estados Unidos, dejando una grave lesión en su cadera.
Johansson se había asegurado una ejecución limpia en su primera ronda, pero en la segunda, una mala recepción en una parte expuesta del acantilado lo lanzó fuera de su bicicleta, que cayó al vacío. Él rodó y se agarró como pudo para evitar un destino peor. Desde su cama de hospital, admitió:
“Fue una situación aterradora, tratando de agarrar todo para frenar mi caída.”
El joven de 26 años, múltiple campeón de Crankworx y Red Bull Joyride, destacó la ayuda crucial de su compañero Sammy Sorlie, quien logró sostenerlo al borde del acantilado hasta que llegó el equipo médico. Johansson explicó que el fuerte dolor en su pierna impedía que se moviera por su cuenta.
Tras la evacuación, el diagnóstico confirmó una luxación en la cadera derecha, que fue recolocada por los médicos, aunque probablemente requerirá cirugía para limpiar fragmentos óseos en la articulación. A pesar de lo serio, Johansson declaró con alivio:
“Aparte de eso, estoy prácticamente sin rasguños.”
Su caso resalta lo estrecho que es el límite entre la gloria y el riesgo mortal en aventuras como Red Bull Rampage, una competición conocida por llevar al límite la resistencia y técnica de los mejores riders del mundo.
La jornada estuvo marcada también por otra caída grave. Adolf Silva tuvo que ser evacuado en helicóptero tras un intento fallido de doble backflip durante su segunda ronda. No hay actualizaciones sobre su estado a esta hora.
Mientras tanto, el canadiense Hayden Zablotny celebró una victoria sorprendente en su debut, pero el día quedó ensombrecido por los accidentes y el debate renovado sobre la seguridad en eventos extremos como este.
La comunidad internacional del mountain bike está pendiente de la recuperación de Johansson, que pese a la lesión, se mantiene optimista y agradecido por salir vivo de una situación tan extrema.
