Después de casi un año internado y cuatro meses tras su trasplante cardíaco, el bebé neuquino Felipe Palagani fue dado de alta en el Hospital Italiano de Buenos Aires. Felipe, de un año y medio, recibió el corazón de Luca, un niño de dos años que compartía habitación con él y cuya familia decidió donar sus órganos tras la muerte irreversible del nene por un citomegalovirus.
El trasplante, realizado el 18 de junio, fue el primero en Argentina en usar un corazón en asistolia, un procedimiento inédito en Latinoamérica donde el órgano ya no latía cuando fue removido, luego reactivado y evaluado para implantar en Felipe. La operación se desarrolló bajo estrictos protocolos del INCUCAI y la Ley 27.447.
Felipe nació sano el 20 de mayo de 2024, pero a los cinco meses le diagnosticaron miocardiopatía dilatada severa tras una bronquiolitis. Su corazón crecía sin control y no podía bombear sangre, obligando a su traslado urgente desde Neuquén a Buenos Aires. Allí enfrentó meses conectado a máquinas extracorpóreas mientras esperaba un donante.
Durante ese tiempo, Felipe y Luca se hicieron amigos. Ambos atravesaban batallas complejas: Luca había recibido un trasplante de hígado y su salud era delicada. Cuando la salud de Luca empeoró hasta un cuadro terminal, sus padres, Paula y Nicolás, tomaron la difícil decisión de donar sus órganos y regalar vida a otros niños.
“Con el corazón explotado de alegría, amor y una mezcla inmensa de emociones, queremos contarles que Feli recibió su corazón”, escribió la familia Palagani días después del trasplante.
Hoy, cuatro meses después, Felipe vuelve a casa. Permanece en Buenos Aires bajo control médico y aún usa traqueotomía y botón gástrico. Sigue en tratamiento inmunosupresor para evitar el rechazo del órgano.
Su mamá, Pamela Domínguez, contó a AM550 que Felipe disfruta redescubrir el mundo: “Se asombra con todo, se reía en la plaza viendo perros, era la primera vez que veía un animal así”.
Ambas familias mantienen contacto constante, compartiendo fotos, videos y apoyo mutuo. La historia de Felipe y Luca abrió un debate sobre la donación pediátrica en Argentina y marcó un antes y un después en la medicina local.
El equipo médico asegura que Felipe evoluciona bien sin signos de rechazo y que en cuanto sea posible volverán a Neuquén. “Nos dicen que algún día podremos volver, pero aún no hay fecha”, explicó Pamela.
Este trasplante representa una esperanza para miles que esperan un órgano y también el poder de la vida que nace del dolor y la generosidad.
