NASA ha dejado de garantizar que SpaceX sea la única empresa encargada del alunizaje en la misión Artemis III, prevista para 2027. Así lo afirmó este semana el administrador interino de la agencia, Sean Duffy, en medio de crecientes dudas sobre la disponibilidad del Starship para la misión lunar.
SpaceX, bajo la dirección de Elon Musk, ha enfrentado retrasos y todavía no ha completado una misión exitosa en órbita baja, lo que genera incertidumbre para usar su enorme lanzadera como módulo de alunizaje tripulado.
Duffy aclaró que, aunque SpaceX mantiene el contrato principal, la NASA abrirá la oportunidad para que otras compañías estadounidenses como Blue Origin compitan por participar en el desarrollo del sistema de alunizaje humano (HLS). “Estamos en una carrera contra China, y necesitamos a las mejores empresas para llegar primero a la Luna”, dijo en su cuenta oficial en X (antes Twitter).
“SpaceX mantiene el contrato para Artemis III, pero la competencia y la innovación son claves para que América domine el espacio” – Sean Duffy
El presidente ejecutivo de SpaceX respondió con confianza: “Avanzamos a la velocidad del rayo comparado con el resto de la industria. Starship realizará toda la misión lunar, retengan mis palabras”. Duffy respondió que la NASA sigue abierta a que Starship sea el alunizador, pero sin exclusividad.
Mientras se define la competencia para Artemis III, la NASA logró un avance crucial para Artemis II, la misión tripulada prevista para febrero de 2026 que orbitará la Luna sin alunizar. La cápsula Orión “Integrity” fue ensamblada con éxito y montada sobre el potente lanzador Space Launch System (SLS) en el Kennedy Space Center, Florida.
Artemis II llevará a cuatro astronautas – incluidos tres de la NASA y un canadiense – y marcará el primer vuelo humano lunar en más de 50 años. La nave cuenta con sistemas avanzados para garantizar la seguridad y está lista para la cuenta regresiva.
Este progreso ocurre en medio de la paralización parcial del gobierno federal estadounidense y el cierre temporal de medios, con parte del personal de NASA trabajando sin sueldo por la crisis política. Duffy dijo que esperará que el gobierno reabra para evitar retrasos que afectarían la posición estratégica de Estados Unidos frente a China.
El cambio en la política de la NASA refleja una mayor presión por asegurar el liderazgo en la competencia lunar global y diversificar riesgos técnicos en el programa Artemis.
