Lauren Craven, joven agente de policía de 25 años, murió atropellada mientras asistía a un accidente en la autopista I-8 en California, un incidente que ha reabierto la polémica sobre la seguridad en carreteras.
La tragedia ocurrió hacia las 22:20 horas cerca de Fairmount Avenue, San Diego County. Craven había acudido para ayudar tras un vuelco de vehículo y fue impactada por otro coche que se acercaba al lugar.
Una de las personas implicadas en el accidente original también falleció en el acto. Lauren, que se unió al departamento de policía de La Mesa en febrero de este año, es la primera muerte en cumplimiento de servicio en su cuerpo policial.
El gobernador de California, Gavin Newsom, lamentó la pérdida, ordenando izar banderas a media asta y destacando la dedicación de Craven hacia la comunidad.
Testigos y autoridades apuntan a una posible infracción de la Move Over Law, norma que obliga a los conductores a reducir velocidad o cambiar de carril ante vehículos de emergencia con luces intermitentes. Se considera que la ley no se cumple ni se vigila lo suficiente.
Por su parte, la California Highway Patrol investiga las circunstancias del accidente: velocidades, iluminación y si hubo distracción o conducción bajo efectos.
El accidente obligó a cerrar la autopista durante horas mientras los investigadores recopilaban pruebas, incluidas imágenes de cámaras de tráfico y testimonios de conductores. Se ha pedido a testigos que aporten grabaciones.
El hecho ha encendido un amplio debate en EE.UU. sobre las medidas para proteger a policías y trabajadores en carretera. Expertos y agentes exigen endurecer sanciones contra conductores que no respetan zonas de emergencia y mejorar la señalización y campañas de concienciación.
Las críticas apuntan a que las autoridades aún no garantizan la seguridad de los profesionales que arriesgan la vida para asistir en accidentes, lo que podría evitar tragedias como la de Craven.
Mientras tanto, se realizan vigilias en honor a la agente fallecida en La Mesa y Bend, su ciudad natal en Oregón. La comunidad reclama justicia y cambios urgentes para evitar más muertes en carretera.
