El secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, enfrentó una nueva oleada de críticas después de publicar fotos de su “cosplay” como piloto de combate durante una visita a la base aérea Naval Air Station Fallon.
La acción llega en un momento delicado: EE.UU. ha bombardeado recientemente embarcaciones cerca de Venezuela, afirmando que eran narcotraficantes, pero sin mostrar pruebas claras y en aguas consideradas internacionales. Esta operación, cuestionada por expertos y altos mandos militares, ha profundizado la crisis de confianza con Hegseth.
Generales y oficiales senior expresaron públicamente que ha perdido la confianza del alto mando. En plena incertidumbre por posibles conflictos en Sudamérica, el conflicto entre Israel y Gaza y la guerra Ucrania-Rusia sin resolver, el secretario optó por lucir uniforme y posturas de piloto en redes sociales.
La cobertura mediática y decenas de reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. Usuarios y figuras políticas lo acusaron de irresponsable y desconectado de sus obligaciones reales. Entre las críticas destacan que la muestra de “cosplay” mientras hay un apagón administrativo que afecta a las fuerzas armadas es una falta grave.
“Una verdadera figura de mando compartiría historias de los soldados en combate, no presumir de un paseo en el asiento trasero de un jet”, señaló un tuit anónimo.
Incluso expresidentes y exfuncionarios como Donald Trump han respaldado las operaciones militares al tiempo que admiten la controvertida legalidad de acciones en alta mar. Pero el desgaste del liderazgo de Hegseth avanza, especialmente entre sus propios generales.
La combinación de falta de pruebas en los bombardeos y de una comunicación poco seria pone al secretario en el ojo del huracán justo cuando la atención del mundo está centrada en múltiples frentes militares. Mientras tanto, Hegseth sigue ajeno, en una gira mediática que muchos ven más cercana al espectáculo que a la defensa nacional.
Mantener la cohesión entre las tropas, verificar la legalidad de las operaciones y gestionar el clima de calma en zonas calientes como Gazán deberían ser prioridades claras, señalan fuentes militares. En cambio, se percibe un Hegseth más preocupado por la imagen que por el contenido.
Desde Londres, analistas recuerdan que la confianza en los líderes bélicos es clave para la estabilidad internacional, y la ausencia de ella, en un secretario de Defensa, podría impactar en la postura global de EE.UU., principal socio y aliado estratégico del Reino Unido en defensa.
La crisis de credibilidad en EE.UU. añade tensión extra al marco global y deja a Hegseth en el centro de la tormenta, cuestionado tanto por sus superiores como por el público.
