Pia Imbs dejará la presidencia de la Eurométropole de Estrasburgo tras un mandato de cinco años marcado por profundas reformas en movilidad y gestión territorial. La responsable, que llegó en 2020 sin partido político, recalcó su enfoque en la equidad entre las 33 comunas y la transformación del área metropolitana.
Imbs destaca la expansión y diversificación de la oferta de transporte público, incluyendo el nuevo Réseau express métropolitain européen (REME), extensión del tram oeste, servicios de transporte a demanda y la gratuidad del transporte para menores de 18 años. También mencionó la puesta en marcha de la recogida y valorización generalizada de residuos orgánicos y la renovación de las redes de calefacción urbanas.
Pero el mandato tuvo tropiezos. En diciembre de 2024, el proyecto clave de extensión del tram norte sufrió un duro revés con un dictamen desfavorable de la comisión de investigación pública. La administración aceptó la decisión y optó por una fórmula inédita: una convención ciudadana y un comité transversal para revaluar el trazado. Imbs defendió este método, asegurando que “los habitantes pueden aportar soluciones más adaptadas” pese a la crítica de la oposición, que cuestionó que se reemplazaran más de 7,000 aportes por 100 ciudadanos elegidos al azar.
Con la convención ya con sus conclusiones, la presidenta adelantó que el próximo equipo debería retomar las fases de estudio, evaluación financiera y propuesta de nuevos recorridos, priorizando el norte “por equidad territorial”.
En movilidad ferroviaria, el REME no alcanzó su meta inicial de 1,000 trenes adicionales semanales, quedando en 750 trenes efectivos, con frecuencias cada 15 minutos en hora punta. Imbs atribuyó el incumplimiento a una subestimación técnica de la SNCF, pero valoró los avances junto con la región y la SNCF en la ampliación de la estación de Estrasburgo, llamada “gare à 360 degrés”.
En materia ambiental, criticó al Estado francés por no desplegar medios automáticos de control para la Zona de Bajas Emisiones (ZFE) y por recortar ayudas a la movilidad sostenible desde diciembre de 2024. Sin embargo, la Eurométropole mantuvo apoyos locales y alternativas a la movilidad individual, logrando reducir la contaminación de dióxido de nitrógeno (NO2) bajo el umbral europeo, por lo que Estrasburgo ya no es considerada zona ZFE obligatoria.
Consultada sobre qué consejo dejaría a quien le suceda, Imbs pidió “vision, diálogo y escucha activa” hacia los habitantes y actores locales para continuar el proceso de transformación iniciado durante su mandato.


































