Canarias se ha consolidado como el “punto negro” de España en desapariciones, especialmente de menores, según el último informe del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES) presentado esta semana.
En 2024, las Islas registraron 4.502 denuncias, solo superadas por Andalucía con 5.873, pero superando a Madrid y Cataluña. Lo más alarmante es que una de cada seis desapariciones activas en España sucede en Canarias.
El incremento no solo responde a cifras absolutas, sino a la proporción respecto a su población. Canarias tiene el mayor porcentaje de menores desaparecidos del país, con un 87% de los casos en Las Palmas vinculados a menores. Muchas de estas desapariciones están relacionadas con menores migrantes no acompañados que pierden contacto tras abandonar centros de acogida.
En detalle, Las Palmas acumuló 3.333 denuncias, mientras que en Santa Cruz de Tenerife hubo 1.169 desapariciones. Esta última provincia también registra casos reincidentes, jóvenes y adultos que desaparecen repetidamente por motivos familiares, emocionales o económicos.
A pesar de que la mayoría de desaparecidos aparecen en los primeros días —el CNDES señala que el 55% son localizados en 72 horas y el 72% en una semana—, al cierre del año se mantienen 785 casos activos en la comunidad, concentrando más del 11% de los casos sin resolver en toda España.
Los recientes casos de Ione, un menor de Santa Cruz de Tenerife encontrado sano, y Yuleidi localizada en Las Palmas, ilustran tanto la gravedad como la capacidad de respuesta de las autoridades y ONG como SOS Desaparecidos.
El fenómeno en Canarias refleja problemas estructurales: desarraigo social, falta de recursos estables para menores y recurrentes desapariciones que apuntan a un vacío en la protección a rostros vulnerables.
En Las Palmas, por ejemplo, se reportaron 398 desapariciones reincidentes, una cifra que pone en evidencia la carencia de redes de apoyo y seguimiento.
El Ministerio del Interior y organismos sociales enfrentan el reto de revertir esta tendencia con medidas urgentes para proteger a menores y adultos vulnerables en las islas, mientras el Archipiélago sigue ocupando portadas por estos casos que movilizan a la opinión pública y retrasan tranquilidad en la región.


































