El presidente Donald Trump aseguró que el consumo de paracetamol (Tylenol) durante el embarazo podría estar relacionado con un mayor riesgo de autismo en los hijos, aunque los estudios aún no son concluyentes.
La FDA anunció que modificará la etiqueta de seguridad del medicamento para incluir una advertencia sobre un posible vínculo con alteraciones del desarrollo neurológico. Esta medida busca alertar a embarazadas y padres sobre los riesgos potenciales, aunque las autoridades sanitarias insisten en usar el medicamento con precaución cuando sea necesario.
En paralelo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) lanzará una campaña nacional para informar a médicos, familias y público general sobre estos riesgos y promover un uso más consciente del paracetamol en embarazo y niños pequeños.
Dentro del mismo plan, la FDA aprobó el uso de leucovorina para tratar a niños con deficiencia cerebral de folato, un trastorno que en algunos casos se asocia con síntomas del espectro autista. La leucovorina, tradicionalmente usada en cáncer o anemia, podría mejorar la comunicación verbal en ciertos niños con autismo, aunque no es una cura y su efecto real aún está en estudio.
Plan de Acción sobre el Autismo y financiamiento
Como parte del Plan de Acción sobre el Autismo, el gobierno destinará más de $50 millones para financiar 13 proyectos científicos que buscarán transformar la investigación sobre el trastorno. El Instituto Nacional de Salud (NIH) también apoyará ensayos clínicos para evaluar la leucovorina y otros tratamientos.
A pesar del anuncio, persisten dudas científicas. No se ha definido el nivel exacto de riesgo del paracetamol en el embarazo, ni qué dosis o trimestre son críticos. Tampoco está claro cuántos niños con autismo podrían beneficiarse del nuevo medicamento ni en qué medida.
Expertos en salud advierten que las asociaciones estadísticas entre paracetamol y autismo no prueban causalidad y alertan que la alarma podría generar que embarazadas dejen de usar el medicamento cuando sea médicamente necesario.
La estrategia oficial busca equilibrar precaución y ciencia, pero abre un debate urgente en la comunidad médica y poblacional sobre los riesgos y beneficios del paracetamol en gestantes.
La puesta al día etiquetaria y el financiamiento respaldan un esfuerzo gubernamental por avanzar en el conocimiento y opciones terapéuticas para el autismo, aunque queda por definir el impacto real de estas medidas en el corto y largo plazo.
El gobierno estadounidense marca así una nueva ruta en la política pública para un trastorno que afecta a millones de familias, sin dejar de lado la cautela científica.
