Desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump dijo que Estados Unidos habría encontrado un posible vínculo entre el autismo y el consumo de paracetamol durante el embarazo, una afirmación sin respaldo científico sólido. Lo hizo acompañado de Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud polémico por sus posturas antivacunas.
Trump aseguró en la sala Roosevelt que “el acetaminofén (paracetamol) puede asociarse con un riesgo muy elevado de autismo” y recomendó que las mujeres embarazadas limiten su uso salvo en casos médicos necesarios, como fiebre alta. También propuso la leucovorina –una forma concentrada de ácido fólico– como parte del tratamiento para combatir el autismo.
La farmacéutica Kenvue, que comercializa Tylenol, respondió rápidamente negando cualquier causalidad y defendiendo la seguridad del paracetamol en el embarazo. Señaló que dejar el medicamento podría exponer a las mujeres a riesgos mayores, como fiebre alta o dolores sin tratamiento, que también pueden perjudicar al feto.
Especialistas argentinos consultados, como la neurocientífica del CONICET María Luz González Gadea, advierten que estudios recientes muestran una posible asociación entre paracetamol en el segundo y tercer trimestre y trastornos neurodesarrollativos, pero aclararon que no hay evidencia de causalidad directa. “Hay que tomar la relación con cautela”, explicó, y agregó que la inflamación sin tratamiento también puede ser perjudicial.
Además, la Clínica Mayo asegura que no hay cura para el autismo y que la mejor respuesta es el diagnóstico temprano y el tratamiento interdisciplinario. Explican que el autismo es un trastorno complejo, ligado a múltiples factores genéticos y ambientales, que no puede atribuirse a una única causa.
Durante el fin de semana, Trump había anticipado en el funeral de Charlie Kirk que creía haber encontrado “una respuesta al autismo”, sin dar detalles claros ni pruebas científicas. Este lunes también afirmó que no ve motivos para vacunar a recién nacidos contra hepatitis B, una retroceso en protocolos más que cuestionado.
El historial del presidente incluye promover tratamientos sin respaldo, como la hidroxicloroquina para el coronavirus y polémicas sobre inmunizaciones, reforzando el rechazo a la evidencia científica en salud pública. El nombramiento de Kennedy Jr. como su secretario de Salud alimenta ese negacionismo.
La nueva declaración sobre paracetamol genera preocupación y confusión en mujeres embarazadas que usan el medicamento como analgésico seguro. Los expertos piden prudencia y sostienen que más allá de la asociación señalada, las decisiones médicas deben basarse en evidencias firmes para no poner en riesgo a madres y bebés.
