Esta noche, Miroslav Jenča aterriza en el aeropuerto El Dorado de Bogotá para asumir el mando de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia. Hoy, 24 de octubre, tomará funciones en un momento clave: el próximo 30 de octubre el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decidirá si renueva por un año más el mandato de la misión.
Jenča sustituye al diplomático mexicano Carlos Ruiz Massieu, quien estuvo al frente desde diciembre de 2018 y supervisó años sensibles en la implementación del Acuerdo de Paz. La misión verifica avances en el proceso de paz y coordina con el gobierno colombiano, los excombatientes y las comunidades afectadas.
Con una trayectoria diplomática que supera los 25 años, Jenča llega desde Nueva York, donde se desempeñó como secretario general adjunto para Europa, Asia Central y las Américas en el Departamento de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz y de Operaciones de Paz. Ha sido embajador de Eslovaquia en Colombia, México y Venezuela, además de representar a su país ante la Unión Europea y la OSCE.
La renovación anual del mandato es una rutina, pero plantea presión diplomática porque está atada al progreso del Acuerdo de Paz y las condiciones de seguridad en varias regiones del país. El Consejo evaluará el informe del secretario general y decidirá si extiende la presencia de la ONU hasta octubre de 2025.
El cambio de jefe trae nuevos retos. Jenča deberá interactuar con el gobierno de Gustavo Petro y otros actores en un ambiente donde la violencia persiste en zonas rurales, derivas de algunos grupos armados y tensiones sociales por la implementación del acuerdo.
La misión de la ONU funciona en territorio colombiano desde 2016 y es vital para la confianza entre las partes y la consolidación de la paz. Su renovación y continuidad dependen hoy de la percepción internacional sobre los avances que ha logrado el país.


































