Un equipo argentino liderado por la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) presentó avances clave en la lucha contra el Chagas crónico con una vacuna nasal experimental. El desarrollo, en conjunto con CONICET, la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), mostró resultados prometedores tanto para prevenir como para tratar la cardiopatía chagásica, una de las complicaciones más graves de la enfermedad.
El estudio, publicado esta semana en la revista internacional Frontiers in Immunology, demostró que la vacuna reduce la inflamación, fibrosis y la carga parasitaria en el corazón de modelos animales infectados con Trypanosoma cruzi, el parásito causante del Chagas.
En ensayos preventivos, la vacuna logró impedir por completo las alteraciones en el electrocardiograma, mientras que en tratamientos aplicados tras la infección redujo a la mitad la incidencia de arritmias, revelando eficacia incluso en etapas avanzadas de la enfermedad.
“Estos resultados muestran que una inmunización temprana genera mayores beneficios, pero también que la vacuna puede ser útil una vez instalada la infección, lo que abre una puerta esperanzadora para millones de personas afectadas”, explicó el Dr. Iván Marcipar, líder del Laboratorio de Tecnología Inmunológica (LTI) en la FBCB-UNL.
Además, la vacuna mejoró la respuesta inmunológica, generando defensas capaces de proteger el corazón y reduciendo la producción de anticuerpos que dañan el tejido cardíaco, indicativo de un control más eficaz de la respuesta inflamatoria.
Para la primera autora, la biotecnóloga Paula Cacik, la vacuna abre nuevas expectativas: “Muchos pacientes reciben diagnóstico cuando la enfermedad ya está avanzada y los tratamientos actuales no son efectivos. Esta vacuna puede actuar tanto como prevención como tratamiento, lo que sería un gran avance para quienes enfrentan alto riesgo de desarrollar cardiopatía chagásica.”
Próximos pasos y desafíos
El equipo trabaja ahora en reforzar la fórmula, incorporando nuevos antígenos y sistemas adyuvantes que potencien la respuesta inmunitaria. También exploran combinar la vacuna con drogas parasiticidas, buscando efectos sinérgicos que mejoren la eficacia en etapas crónicas donde los fármacos pierden peso.
Este avance posiciona a la UNL, CONICET y sus socios como referentes en desarrollo de estrategias innovadoras y no invasivas para luchar contra una enfermedad que afecta a millones en América Latina, especialmente en Argentina, donde el Chagas sigue siendo un desafío sanitario relevante.

































