Caracas rechazó de manera categórica las sanciones impuestas por Estados Unidos contra el presidente de Colombia, Gustavo Petro, su familia y el ministro del Interior, Armando Benedetti.
En un comunicado oficial, el gobierno venezolano calificó las medidas como “acciones ilegales e ilegítimas” y las consideró un intento de presión política contra funcionarios colombianos.
Hasta ahora, EU no ha detallado públicamente los motivos específicos de las sanciones ni el alcance completo sobre el entorno cercano al mandatario colombiano. Sin embargo, esta acción ocurre en medio de una escalada en las tensiones diplomáticas entre Caracas y Washington.
Gustavo Petro asumió la presidencia de Colombia con una agenda que busca acercar posturas a países como Venezuela, lo que podría haber motivado la respuesta estadounidense. La inclusión de Armando Benedetti, una pieza clave en la política interna y exterior de Colombia, apunta a un impacto político mayor.
El conflicto aumenta la incertidumbre en la región, donde las relaciones entre Washington y Sudamérica han sido históricamente complejas. Venezuela, principal aliado regional de Petro, busca enviar un mensaje firme para denunciar lo que llama intervencionismo norteamericano.
Se espera que en las próximas horas haya reacciones oficiales desde Bogotá y Washington para aclarar el alcance y posibles repercusiones de esta sanción.

































