Warren Buffett ha demostrado una vez más que la volatilidad del mercado no es un obstáculo, sino una oportunidad para hacer miles de millones.
Mientras muchos inversores tiemblan ante los altibajos, Buffett se mantiene firme. Su filosofía es clara: ignorar las fluctuaciones diarias y apostar a largo plazo por empresas con fundamentos sólidos. En sus palabras, podría pasar una década sin mercado y eso no le perturbaba.
La clave para su éxito es detectar compañías con modelos de negocio probados y comprar cuando sus acciones bajan por miedo generalizado, aunque su valor real siga intacto. Eso fue lo que pasó en la crisis financiera de 2008 con Goldman Sachs.
Entonces, Goldman necesitaba liquidez urgente y recurrió a Buffett. Él inyectó £5 mil millones a cambio de acciones preferentes con una rentabilidad fija del 10% y opciones para comprar grandes cantidades de acciones a precios atractivos.
La jugada le reportó a Buffett más de £3 mil millones en beneficios cuando Goldman recompró sus acciones.
Aunque los pequeños inversores no pueden replicar ese trato exclusivo, la enseñanza es clara: no se trata solo de comprar barato, sino de elegir calidad. Muchas acciones caen durante las crisis y nunca se recuperan, pero compañías con demanda estable y negocios fuertes, como Goldman, ofrecen oportunidades reales.
Mark Rogers, experto de Motley Fool UK, también recomienda fijarse en la calidad, no solo en el precio durante estos tiempos de incertidumbre.
Buffett siempre busca compañías con franquicias sólidas, modelos resistentes y clientes leales, no solo gangas momentáneas.
Con la volatilidad esperando al doblar la esquina, la estrategia del ‘Sage of Omaha’ es un manual para inversores en España que buscan sobrellevar y sacar ventaja del caos bursátil global, incluida la inestabilidad en Londres y otros centros financieros.


































