España cambia oficialmente al horario de invierno esta madrugada del domingo 25 de octubre. A las 3:00 serán las 2:00, un retraso de una hora según la directiva europea vigente desde el año 2000 y obligatoria para todos los Estados miembros de la Unión Europea.
El Gobierno de Pedro Sánchez mantiene, por ahora, este cambio de horario que seguirá vigente al menos hasta 2026, aunque se planteó eliminarlo para el próximo año. El debate sobre su supresión lleva años encima de la mesa, con una consulta europea en 2018 donde más del 80% de los 4,6 millones de participantes apoyo acabar con los cambios estacionales.
Sin embargo, la falta de consenso entre países y la llegada de la pandemia aplazaron la decisión definitiva. España aún no ha decidido si se quedará en horario de invierno o verano de forma permanente.
En 2022, el Ministerio de la Presidencia estableció oficialmente las fechas de cambio hasta octubre de 2026, un camino seguro hasta que se tome una decisión final. El Gobierno ha contado con estudios como el del CIS de 2018, que reflejaba que el 65% de los españoles prefería mantener el horario de verano.
Expertos consultados en 2019 advirtieron que no se debería precipitar ningún cambio sin un consenso amplio y sin informar bien a la ciudadanía sobre riesgos y oportunidades. También recalcaron que el análisis de los husos horarios debe integrarse con los usos del tiempo para generar pautas compartidas entre la sociedad.
Un informe del Parlamento Europeo de 2018 coincide: el ahorro energético es marginal y no uniforme en todos los países. Pese a ciertos beneficios en iluminación, el consumo de calefacción podría subir, complicando la evaluación total.
En España tampoco hay datos recientes que confirmen ahorros reales asociados al cambio horario. Además, la renovación tecnológica en iluminación y climatización, junto al auge del autoconsumo, cambia las reglas del juego respecto a los viejos cálculos.
Este domingo, por tanto, no olvide retrasar su reloj a las 2:00 am para adaptarse al horario de invierno. El debate sigue abierto, pero el cambio se mantiene firme al ritmo marcado por Bruselas y Madrid.

































