En el puerto de Menai, en Gales, una enorme estructura metálica diseñada específicamente para las reparaciones del emblemático Menai Suspension Bridge lleva meses sin moverse.
Este sistema de andamiaje fue fabricado a medida para facilitar la inspección y actualización del puente colgante, una infraestructura clave que conecta la isla de Anglesey con el norte de Gales. Sin embargo, a pesar de la urgencia que tiene el trámite de mantenimiento, la estructura permanece inmóvil en el muelle desde hace meses, sin que se haya informado una fecha concreta para iniciar los trabajos.
El puente, que soporta tráfico vital para la región, lleva un tiempo en condiciones que requieren atención especializada. El andamiaje debía permitir a los equipos técnicos trabajar debajo del tablero y en las torres sin interrumpir la circulación ni poner en riesgo la seguridad.
Los retrasos en el despliegue del sistema podrían perjudicar los plazos de reparación y aumentar el riesgo de que se agraven los daños en el puente. Fuentes locales expresan frustración por la falta de avances y critican el aparente bloqueo burocrático o logístico que mantiene retenida esta inversión de tiempo y recursos.
Hasta ahora, no hay comentarios oficiales sobre cuándo se activará el andamiaje o qué ha provocado su prolongada inactividad. Los usuarios del puente y las autoridades de transporte esperan una solución rápida, dado que el mantenimiento es clave para evitar cortes y garantizar la seguridad vial en una zona estratégica del norte de Gales.
Esta situación refleja un problema recurrente en infraestructura británica: proyectos planificados que se atascan y generan gastos sin resultados tangibles inmediatos. Los ojos están puestos en que el Menai Suspension Bridge reciba la atención técnica pendiente antes de que aumenten los riesgos estructurales o se agraven los costes.


































