Este domingo, Argentina vuelve a las urnas en una jornada clave que excede lo electoral y se mete en lo más íntimo del acto de elegir. Juan Barros, en su columna “Arte que motiva”, plantea que la elección de candidatos es también un reflejo de cómo amamos y cómo somos.
Más que un ejercicio político, votar se convierte en un acto de resiliencia, de fe y de reconocimiento personal. El autor cuestiona si los candidatos invitan verdaderamente a creer en ellos como creemos en nosotros mismos. La elección se presenta como un espejo de lo que cada uno quiere ser, una búsqueda que va más allá de las promesas y discursos tradicionales.
Barros destaca que “elegimos tal como amamos” y que los candidatos son una extensión de nuestra sinceridad y nuestra manera de entregarnos. En un país que ha sufrido decepciones, señala que elegir bien implica soñar y armar sueños para volver a empezar, a pesar de la desilusión acumulada.
“Es el Resucitado quien cambia radicalmente la perspectiva, infundiendo la esperanza que llena el vacío de la tristeza” (León XIV)
La reflexión del autor conecta con un mensaje de esperanza y renovación, que recuerda que la libertad es el modo de creer y que el cambio puede surgir desde la mirada espontánea, sincera y humilde. Así, el voto de este domingo es una oportunidad para revalidar no solo a los candidatos, sino también a nosotros mismos.
En un ambiente cargado de tensión y expectativas, “Arte que motiva” invita a mirar con atención qué tipo de elección hacemos, no sólo políticamente, sino como individuos y sociedad. Este domingo, cada voto es también un acto personal en busca de un mejor futuro colectivo.


































