La policía de París detuvo esta semana a dos hombres sospechosos de participar en el robo millonario de las joyas de la corona francesa en el Museo del Louvre el pasado domingo 19 de octubre.
El primer arresto se produjo el sábado 25 de octubre alrededor de las 22:00, en el aeropuerto Charles de Gaulle. El hombre fue detenido cuando intentaba abordar un vuelo a Argelia. Horas más tarde, en un operativo en Seine-Saint-Denis, se arrestó al segundo sospechoso. Ambos tienen antecedentes en robos y son considerados ladrones experimentados que podrían haber actuado bajo órdenes.
Los detenidos viven en Saint Denis, un suburbio cercano a París, y ahora están en prisión preventiva acusados de “robo organizado” y “conspiración criminal”. La investigación apunta a una banda de al menos cuatro personas, con dos involucrados directamente en el robo de las joyas y otros dos en la logística de la fuga con motos y un montacargas.
La policía también detectó una posible complicidad interna: un guardia de seguridad del museo podría haber pasado información del sistema de seguridad a los ladrones, debido a comunicaciones detectadas en su teléfono. Este vínculo interno sigue bajo análisis.
En respuesta al robo y para evitar más riesgos, las autoridades trasladaron las joyas más valiosas a la bóveda ultrasegura del Banco de Francia, a 26 metros bajo tierra. La operación secreta se realizó el viernes con escolta policial y movilizó un equipo especial de traslado.
La fiscal parisina, Laure Beccuau, aseguró que los ladrones no conseguirán recuperar el botín completo, estimado en 88 millones de euros, aunque reconoció que con el paso del tiempo será más difícil recuperar las piezas intactas.
Con la movilización de más de 100 investigadores especializados, la policía apunta a desarmar toda la red criminal detrás de este robo audaz que conmocionó a Francia y alarmó a expertos en seguridad de museos en todo el mundo.
Por ahora, las autoridades avanzan con interrogatorios y un análisis minucioso de las comunicaciones y evidencias para encontrar al resto de los cómplices y asegurar la recuperación del valioso patrimonio allí sustraído.


































