El Partido Popular intensifica la presión sobre Junts para que rompa definitivamente con Pedro Sánchez y deje de apoyar al Gobierno de coalición. Esta semana, tras la reunión clave de Junts para decidir su postura frente al Ejecutivo, los populares esperan un giro real y no un nuevo “amago” de desgaste.
Eliás Bendodo, vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, fue contundente en un acto celebrado en Madrid junto al alcalde José Luis Martínez-Almeida. “Es la hora de que los socios de Sánchez se den cuenta de que están sosteniendo a un Gobierno que los ha engañado y ha jugado al thriller con la prometida amnistía”, afirmó.
Bendodo advirtió a los posconvergentes que deben decidir si continúan apuntalando “un Gobierno corrupto” o abandonan a Sánchez. “Van a decidir si siguen apoyando a Sánchez o no. Un nuevo amago. A ver si esta vez golpean”, dijo el dirigente popular, quien rechazó cualquier posibilidad de que Sánchez viaje a Bélgica para negociar con el expresidente catalán Carles Puigdemont. “Sería la última vergüenza de Sánchez, arrastrarse fuera de España para seguir en La Moncloa”, aseguró.
Además, Bendodo calificó de “humillación” que Sánchez se hiciera una foto con Puigdemont, enfatizando el rechazo del PP a cualquier pacto con Junts.
Desde el Gobierno también llegan mensajes directos a los posconvergentes. El ministro de Transformación Digital, Óscar López, pidió en una entrevista en La Vanguardia que Junts elija “la España del nodo o la España moderna” y defendió la voluntad de diálogo para mantener la legislatura “y seguir avanzando en acuerdos”.
La reunión de Junts se sigue con máxima atención política, ya que puede ser el detonante para una nueva inestabilidad en coalición. El PP quiere aprovechar cualquier duda o división para impulsar una moción de censura contra Sánchez y forzar un adelanto electoral.
La tensión crece un día antes de la cita clave. Junts tendrá que decidir si continúa en el apoyo crítico al Gobierno o da el paso definitivo para derribar al presidente.
