La Guardia Civil de Laredo investiga a una mujer de 58 años por un presunto delito de estafa después de usar durante una década la tarjeta bancaria de un hombre de 67 años con dificultades cognitivas. Los cargos no autorizados suman unos 2.000 euros.
El fraude salió a la luz gracias a un familiar de la víctima, que advirtió movimientos sospechosos en las últimas semanas. Tras analizar los datos bancarios facilitados por la entidad y con la colaboración del familiar, los agentes confirmaron que desde hace aproximadamente 10 años se venían realizando pequeños cargos en estaciones de servicio, tiendas de ropa, comida a domicilio e internet.
La investigada, que se hizo amiga del hombre y le asistía en sus compras, tenía acceso a la tarjeta para realizar operaciones que el afectado le encargaba. Finalmente fue identificada como responsable del uso fraudulento y se le instruyeron diligencias.
Otro caso en Suances con tarjeta robada
Por separado, la Guardia Civil de Suances investiga una denuncia por cargos bancarios realizados sin consentimiento entre el 29 de septiembre y el 2 de octubre. En este caso, una tarjeta fue robada junto a una cartera y usada en al menos 13 transacciones en gasolineras, estancos y pastelerías de Cantabria, sumando cerca de 350 euros.
El presunto autor, un vecino de Torrelavega de 31 años, también está bajo investigación por un delito de estafa.
Ambos casos ponen de relieve la vulnerabilidad de personas mayores o en situación de dependencia y la importancia de vigilar sus movimientos bancarios para detectar posibles fraudes.

































