El Gobierno del Reino Unido anunciará en las próximas semanas un plan para acabar con el uso de hoteles como alojamiento para solicitantes de asilo, dijo hoy el secretario de Vivienda, Steve Reed. El objetivo es eliminar esta práctica antes de 2029, agilizando la construcción de alojamientos modulares en grandes terrenos como bases militares desocupadas.
Reed explicó en BBC Radio 4 que los edificios modulares permitirán una construcción mucho más rápida que los métodos tradicionales y que el Ejecutivo está estudiando medidas especiales para acelerar los procesos de planificación. La idea es “usar grandes sitios y poner a la gente allí para acabar con el uso de hoteles por completo”.
La medida se produce en medio de críticas al Home Office por el gasto exorbitante en el sistema actual, que la comisión parlamentaria de Asuntos Internos criticó este lunes al señalar que se han “malgastado” miles de millones de libras debido a una gestión “caótica y fallida”.
El reporte del comité advirtió que sin una estrategia clara para reubicar a los solicitantes y reducir el uso de hoteles, el Gobierno podría perder la confianza pública y continuar con una política ineficiente y costosa. Desde 2019 hasta 2029, los costes previstos para el alojamiento de asilados han aumentado de £4,5 mil millones a £15,3 mil millones, impulsados por el aumento de llegadas, especialmente tras la pandemia y la subida de cruces ilegales en pequeñas embarcaciones.
Steve Reed defendió las decisiones del Gobierno anterior que heredaron la actual estructura, pero señaló que han reducido el número de hoteles al 50% desde el pico máximo. “Hemos puesto más trabajadores para acelerar los trámites y eliminaremos este sistema dentro del mandato del Gobierno laborista”.
Deportaciones y colaboración con Francia
En un contexto relacionado, Reed confirmó que un migrante que fue devuelto a Francia bajo el acuerdo de “uno entra, uno sale” ha sido detenido tras regresar ilegalmente al Reino Unido y será deportado esta semana. Este hombre, que llegó en una pequeña embarcación, ha alegado ser víctima de esclavitud moderna.
“El individuo pagó a un traficante para volver, fue capturado y ahora será deportado. Así funciona el sistema”, dijo Reed a ITV.
El ministro describió esta detención como un proyecto piloto que servirá para reforzar y ampliar las medidas contra las entradas ilegales. Añadió que el Gobierno trabaja en paralelos para acabar con los hoteles, frenar las entradas ilegales, acelerar las peticiones de asilo y deportar más rápido a quienes carecen de derecho a permanecer en el país.
La presión en el Reino Unido aumenta por la llegada constante de solicitantes de asilo y las tensiones locales por el coste y la gestión de su alojamiento, lo que ha motivado este impulso ministerial para transformar el sistema antes del fin de esta década.

































