Los diputados de Orne Véronique Louwagie, Jérôme Nury y Thierry Liger solicitaron oficialmente al ministro de Transportes, Philippe Tabarot, que el Estado retome la responsabilidad del mantenimiento de la línea ferroviaria París-Granville.
La línea es clave para el acceso rápido y seguro a Île-de-France, con hasta 7 viajes diarios que conectan ciudades emblemáticas de Orne como Flers, Briouze, Argentan, Surdon y L’Aigle. Desde 2020, la circulación de pasajeros aumentó un 25%.
Esta subida, reflejo del papel estratégico del tren en la movilidad regional, exige inversiones urgentes para regenerar la infraestructura. Hace semanas comenzaron trabajos iniciales y está previsto un tramo de renovación por 93 millones de euros dentro del Contrato Plan Estado-Región, pero será insuficiente para cubrir el total de gastos millonarios que demanda la vía.
Los parlamentarios destacaron el compromiso hasta ahora del Consejo Regional de Normandía y su presidente, Hervé Morin, que han asumido el déficit anual operativo y gran parte de las renovaciones. Sin embargo, la enorme factura de mantenimiento impulsa la petición de que la línea se incorpore a la red ferroviaria nacional, responsabilizando al Estado directamente.
“La Normandía es la única región francesa sin líneas TGV integradas al sistema nacional; la lógica exige mayor apoyo estatal en esta infraestructura”
Philippe Tabarot prometió estudiar esta demanda junto con el presidente morin y ordenar un análisis detallado a la prefectura y servicios del ministerio. También encargó al prefecto Philizot evaluar el financiamiento de líneas de servicio regional fino. La decisión final se tomará tras estos informes.
El futuro de París-Granville depende ahora de este cambio de gestión para garantizar su frecuentación creciente y la conectividad vital de Orne a Île-de-France.

































