El gobierno de Estados Unidos incluyó en octubre a las principales petroleras rusas Lukoil y Rosneft junto con 34 subsidiarias en un nuevo paquete de sanciones. Sin embargo, estas medidas tienen un impacto limitado y difícilmente afectarán la exportación de petróleo ruso, que sigue fluyendo con normalidad.
Las sanciones buscan presionar a Rusia para que modifique su postura en el conflicto en Ucrania, pero Reuters reporta que el mercado ha encontrado formas rápidas de evadir las restricciones para mantener el suministro. Lukoil y Rosneft representan cerca del 5% de la producción petrolera mundial, con 5.3 millones de barriles diarios, de los cuales se exportan unos 3.5 millones.
Tras el anuncio de las sanciones el 22 de octubre, los futuros del petróleo Brent subieron hasta 8.9%, alcanzando un máximo de tres semanas en 66.78 dólares por barril, pero el mercado asiático abrió sin mayores cambios en 66.37 dólares.
“A corto plazo y de escala limitada” será cualquier interrupción del suministro ruso, destacaron fuentes de mercado.
China y la India, principales compradores del crudo ruso, probablemente mantendrán sus compras. Analistas estiman que las nuevas medidas serán ineficaces para cortar las exportaciones rusas hacia esos países.
Desde Washington, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró que las sanciones aplicarán una presión sustancial sobre Moscú.
Por su parte, el expresidente Donald Trump calificó las restricciones como “tremendas” y dijo esperar que no duren mucho. El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que las sanciones son “un acto hostil” que no tendrán un impacto importante en la economía nacional y que no cambiarán la política de Rusia.
“Ningún país ni pueblo que se respete toma decisiones bajo presión”, añadió Putin, denunciando que estas sanciones dañan las relaciones bilaterales.
Moscú ha insistido en que las sanciones occidentales generan daños a quienes las imponen y no logran frenar su política internacional.
En resumen, las nuevas sanciones estadounidenses a las gigantes petroleras rusas tendrán un efecto temporal en los precios, pero no modifican la realidad: el petróleo ruso seguirá fluyendo con fuerza, apoyado por compradores clave y rutas alternativas.


































