Tras la contundente victoria electoral, el Gobierno de Javier Milei logró sumar 12 senadores y tendrá una bancada propia de 18 legisladores a partir del 10 de diciembre, pero seguirá obligado a tejer alianzas para controlar el Senado y avanzar con sus planes judiciales.
El mayor desafío es la amplia cantidad de vacantes en el Poder Judicial, que alcanzan un récord del 36% en cargos federales y nacionales. El oficialismo debió negociar hasta ahora para completar nombramientos y, sobre todo, para cubrir las dos vacantes en la Corte Suprema y la del Procurador General, cargos que requieren votos con mayoría de dos tercios.
El bloque de Unión por la Patria, con 28 senadores bajo el mando de José Mayans y alineado a Cristina Kirchner, tiene el poder de bloquear cualquier nombramiento sin su consenso. Por eso la Casa Rosada deberá negociar sí o sí para cubrir esos puestos estratégicos.
Desde que Milei asumió, el Ejecutivo apenas envió cinco pliegos, todos para renovar a magistrados que tenían que jubilarse. Esto profundizó la crisis en la Justicia y generó quejas mayoritarias en la Comisión de Acuerdos del Senado, que esta semana instó a la Casa Rosada a enviar de urgencia los pliegos pendientes.
“Si querés saber sobre las vacantes judiciales, tenés que preguntar en la Casa Rosada”
La disputa más caliente fue el rechazo en abril pasado de los candidatos a la Corte Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, caída que llegó por la negativa oficial a sentarse a negociar con la oposición.
Ahora, esos cargos podrían ser la herramienta para que Milei negocie con gobernadores y bloques provinciales y así asegurar los votos necesarios para aprobar en el Senado las reformas previsional, laboral e impositiva prometidas tras las elecciones del 26 de octubre.
Los nombramientos de jueces y fiscales federales, que se aprueban por mayoría simple, ponen a Milei en una posición mejor para avanzar sin depender del kirchnerismo. Podría sumar a sus seis aliados del bloque PRO, los diez senadores de la UCR, dos del Frente Renovador de la Concordia y representantes de provincias como Neuquén, Chubut, Salta y Santa Cruz.
Sin embargo, la gestión deberá reconstruir la mayoría de 39 senadores que supieron armar en diciembre de 2023, hoy debilitada por la actual política de alianzas electorales y tensiones internas. La victoria del domingo dio aire a la estrategia política de Karina Milei, pero los números aún no alcanzan para controlar sin negociaciones el Congreso.
El tablero legislativo reacomodado deja en claro que la clave para completar la Justicia y avanzar con las reformas estructurales está en la capacidad del Gobierno para sentarse a negociar con actores claves del Senado.


































