Los mercados financieros reaccionaron con una suba récord tras la victoria del Gobierno, con acciones argentinas en Wall Street saltando hasta 40% y el riesgo país cayendo a 708 puntos básicos, niveles que no se veían desde hace meses.
Pero el alivio en las bolsas no se traduce aún en un cambio contundente en la economía real, que sufrió un frenazo fuerte impulsado por la dolarización y el aumento de las tasas de interés, que llegaron hasta casi 60% en bonos nominales y más del 30% en bonos ajustados por CER.
La consultora ACM reportó que tras una recuperación que tocó pico en febrero de 2025, la actividad comenzó a caer y está 1.1% por debajo de ese máximo desde marzo. Mientras tanto, el INDEC midió un tímido repunte de solo 0.3% en agosto, señal de desaceleración clara.
Las estimaciones oficiales y privadas para el crecimiento económico se redujeron: de un esperado 5% a 3.9% para este año, y apenas 3% para 2026 según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central. Sin embargo, la victoria electoral oficialista ha generado optimismo que podría mejorar estas proyecciones.
Miguel Kiguel, economista, advirtió que aunque los mercados celebran, la tasa de interés para préstamos cortos sigue acaparando un 73%, un dato que muestra que no todo está en calma:
“No todo anda bien pero esto se puede arreglar fácil, solo hay que tener la voluntad de hacerlo”.
Los bancos exigen un alivio en las políticas monetarias, especialmente en el régimen de encajes que desde hace poco exige un cumplimiento diario, una presión que buscan que el Banco Central modifique.
En el plano político, el diputado Javier Milei reconoció el frenazo económico pero culpó a “la ofensiva kirchnerista” en el Congreso que tensionó el programa de superávit fiscal, lo que llevó a un fortalecimiento del dólar y un salto del riesgo país por encima de los 1,000 puntos.
La recuperación del riesgo país a niveles apenas por encima de 700 puntos abre la posibilidad de que el Gobierno vuelva a acceder a financiamiento en mercados internacionales, un avance clave en medio del ajuste económico.
El presidente también expresó confianza en que la inversión privada será el motor para despegar la economía en los próximos años, con proyectos bajo el paraguas del Régimen de Inversiones Generales (RIGI) que suman cerca de US$100,000 millones.
Desde la consultora Abeceb, su director Dante Sica afirmó que la volatilidad en los mercados fue más política que económica real y que ahora “aumentan las probabilidades de consolidar estabilidad macro y crecimiento”.
El gran desafío para el Gobierno será mantener disciplina fiscal y aprovechar el buen momento de los mercados para sostener una recuperación real y competitiva, dicen los expertos, mientras el reloj económico sigue marcando una lenta salida del frenazo.


































