La Philharmonie de París presenta hasta el 1 de febrero de 2026 una exposición dedicada a Vassily Kandinsky, el pintor ruso-alemán-francés pionero del arte abstracto y profundamente influenciado por la música.
Kandinsky, que naturalizó francés cinco años antes de morir en 1944, veía en la música una fuente constante de inspiración. Su infancia en Odessa, donde aprendió a tocar el violonchelo, y sus grandes emociones formativas —desde los atardeceres en Moscú, hasta el impacto del impresionismo francés y la ópera “Lohengrin” de Wagner— están reflejadas en sus pinturas.
La muestra incluye cerca de 200 piezas, entre pinturas que Kandinsky llamaba composiciones, dibujos geométricos que representan obras musicales como la 5ª sinfonía de Beethoven, además de objetos personales como discos con piezas de Strauss, Stravinsky y el jazzista Charlie Jackson.
Gran parte de las obras provienen del Centro Pompidou. La exposición invita a los visitantes a usar auriculares para escuchar las piezas musicales relacionadas y experimentar la fusión que Kandinsky buscaba entre música y color.
Esta muestra refuerza el vínculo entre las artes visuales y sonoras, destacando cómo Kandinsky convirtió la música en un lenguaje visual, una experiencia sensorial total. La Philharmonie de París apunta así a un diálogo original entre pintura y música que marcará la agenda cultural francesa durante más de un año.

































