Apple acaba de ganar una batalla judicial que llevaba 14 años abierta. La jueza Yvonne Gonzalez Rogers desestimó la demanda colectiva presentada en 2011 que acusaba a la empresa de prácticas monopólicas con su App Store.
El litigio original señalaba que Apple impedía descargar aplicaciones fuera de su tienda oficial en iPhone, forzando a los usuarios a pasar por ella y asumir una comisión fija del 30% sobre cada compra.
Con la decisión de esta semana, la acción colectiva queda invalidada. Ahora, solo podrán presentarse demandas individuales, lo que limita drásticamente la posibilidad de avanzar en un caso de gran escala.
La jueza señaló que los demandantes no demostraron un perjuicio colectivo medible, destacando errores graves en el informe del experto que presentaron para sustentar la acusación.
Apple reaccionó rápido con un comunicado a medios especializados como MacRumors, donde destacó su inversión constante para mantener el App Store “como un lugar seguro y confiable tanto para usuarios como para desarrolladores”.
Esta batalla no es nueva ni la única. En Europa, Apple tuvo que ajustar su modelo debido al Digital Markets Act para cumplir con regulaciones anti-monopolio, y en Estados Unidos, tras la demanda de Epic Games, suavizó algunas reglas para permitir pagos terceros en su tienda.
Sin embargo, el gigante californiano sigue enfrentando presiones legales. El Departamento de Justicia de EE.UU. sometió a Apple a una nueva demanda el año pasado enfocada en prácticas anticompetitivas dentro del mercado de smartphones.
Queda por ver si esta última acción, patrocinada por la administración Biden, logrará sanciones reales o cambios tangibles para Apple.


































