La OCDE advirtió que los aranceles impuestos por EE.UU. empezarán a impactar con fuerza la economía mundial en 2026, cuando el crecimiento global caerá a un 2,9 %, desde el 3,2 % pronosticado para este año.
A pesar de que la economía mostró más resistencia de lo esperado en los últimos meses, la organización con sede en París aclaró que el efecto completo de los aranceles – un promedio efectivo del 19,5 %, el más alto desde 1933 – aún no se ha sentido en la actividad real.
En sus nuevas proyecciones, la OCDE incluso elevó ligeramente las cifras para 2025, gracias a una anticipación en las compras antes del aumento de barreras arancelarias. Pero para 2026 proyectan un desaceleramiento marcado, especialmente en EE.UU., donde el crecimiento se ajustará a 1,5 % desde 1,8 %, debido a estos aranceles y a la elevada incertidumbre comercial.
Álvaro Santos Pereira, economista jefe de la OCDE, aseguró que este golpe a EE.UU. es “significativo” y afectará a muchas otras economías por la interdependencia global. Señaló además que determinar con precisión el impacto es complicado por la magnitud y la imprevisibilidad de las medidas comerciales aplicadas.
Los efectos visibles ya se encuentran en el aumento de precios al consumidor y en comportamientos de gasto más cautelosos. Los mercados laborales muestran señales de debilitamiento con un alza en el desempleo y caída en vacantes, mientras encuestas empresariales advierten una moderación en la actividad.
“Es importante que los países sigan dialogando y logren acuerdos para reducir las barreras comerciales, porque sabemos que más comercio es positivo para el crecimiento”, dijo Pereira.
Sobre la inflación, la OCDE prevé una disminución gradual en la mayoría de las principales economías, gracias a un crecimiento más lento y menores presiones sobre el empleo. Sin embargo, la organización recomendó que los bancos centrales permanezcan vigilantes ante riesgos inflacionarios y nuevos aranceles.
En particular, espera que la Reserva Federal asuma una política de relajación gradual de tasas durante el próximo año si los aranceles no desatan una inflación mayor y los mercados laborales se suavizan.
La advertencia es clara: aunque la economía mundial ha resistido hasta ahora, los efectos plenos de la política arancelaria y la guerra comercial prometen un panorama más complejo para los próximos años.
